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Geografía física

stado de Asia occidental, situado en el extremo NE del golfo Pérsico, cuyas aguas delimitan el E del territorio. Kuwait limita al N y O con Iraq, y al S con Arabia Saudí. La capital es Kuwait.

Geomorfológicamente el territorio, que es parte integrante de la meseta Arábiga, está constituido por las últimas estribaciones del desierto de As-Summan, cuyo relieve tabular desprovisto de relieves significativos está recubierto por sedimentos arenosos.

Las costas, bajas y arenosas, frente a las cuales se disponen abundantes islas e islotes, son predominantemente irregulares y en ellas destaca la gran bahía de Kuwait, situada en la parte central.

El clima es de tipo desértico, muy caluroso, con variaciones térmicas diurnas y estacionales muy acusadas, y con precipitaciones escasísimas (apenas 100 mm de media anual en la parte oriental). La vegetación se reduce a matas espinosas, fuera de aquella típica de los oasis, poco abundantes en el territorio. El sistema hidrográfico es inexistente, si exceptuamos los uidian secos prácticamente durante todo el año.

Geografía humana

Más de la mitad de la población está constituida principalmente por inmigrantes de los países árabes vecinos, seguidos de aquellos procedentes de Asia, África oriental y Europa, atraídos por las ofertas de trabajo de la industria petrolífera y sus industrias derivadas, y por el sector de servicios. Si bien la densidad media de población no es muy elevada, una tercera parte de ésta se concentra en la gran área metropolitana surgida alrededor de la capital, y otro tercio habita en las ciudades petrolíferas del litoral; el resto de la población reside en los pequeños centros urbanos de las regiones centro-oriental y sudoriental. Etnológicamente la población autóctona está compuesta por árabes del tipo meridional. Kuwait posee una de las rentas per cápita más altas de mundo, mientras la población activa constituye sólo el 10 % de la población total.

Geografía económica

La economía tradicional del país, basada en la pesca y en el comercio de perlas, fue radicalmente modificada tras la Segunda Guerra Mundial al descubrirse el enorme yacimiento petrolífero de Burgan; actualmente Kuwait es uno de los primeros productores mundiales de petróleo (alrededor de las 50 t anuales). Son de gran importancia los yacimientos de gas natural (más de 700 pozos) que aprovechan la impresionante red de oleoductos conectados a los puertos y a la red nororiental de Arabia Saudí.

Sobre el territorio kuwaití están en activo cinco refinerías, aunque la mayor parte del crudo se exporta. El sector industrial comprende además de las importantes plantas petroquímicas y de fertilizantes, fábricas de cemento y de materiales para la construcción, y gigantescos complejos de desalinización de las aguas del golfo Pérsico, de las que se nutre el consumo interior. La agricultura y la ganadería son prácticamente inexistentes (únicamente practicadas en los oasis), si bien el Gobierno está invirtiendo todos los medios técnicos y financieros para su desarrollo.

La pesca, bastante desarrollada, aporta el 0,3 % del PIB. La energía eléctrica producida por centrales alimentadas con gas natural, permiten una autonomía completa del sector. Las exportaciones se basan en el crudo y en los productos de las industrias químicas, mientras las importaciones comprenden productos alimenticios, bienes de consumo, equipos de transportes, y materias primas no petrolíferas y semielaboradas. Los principales socios comerciales son Japón, Alemania y los E.U.A. La red de carreteras se extiende por el litoral y conecta con aquellas de Iraq y Arabia Saudí. Los puertos de Ash Shuwaykh y Mina al-Ahmadi y el aeropuerto de la capital son los puntos principales de las comunicaciones internacionales.

Historia

El territorio estuvo sometido al califa de Bagdad hasta el s. XIII. Tras la penetración de los mongoles y la dominación turca, fue vasallo del Imperio otomano desde 1756. Para sustraerse a la dominación otomana, la dinastía Al-Sabbah se apoyó en los británicos, quienes constituyeron su protectorado oficialmente en 1914, aunque desde 1899 se había convertido ya de hecho en protectorado británico. Sancionado el monopolio británico del petróleo, en 1934 la explotación del crudo fue regulada por un acuerdo angloestadounidense.

En 1961 se abrogó el protectorado que fue sustituido por un tratado de amistad con Gran Bretaña, y tras proclamarse la independencia ese mismo año, Kuwait se convirtió en una monarquía constitucional; según la Constitución de 1967, el poder ejecutivo corresponde al emir, quien lo ejerce a través de un Consejo de Ministros que nombra él mismo, mientras el poder legislativo reposa en la Asamblea Nacional, integrada por 50 miembros elegidos cada 4 años.

Las mujeres, los analfabetos y los ciudadanos no nacidos en el país están excluidos del voto, y las elecciones se basan en candidaturas individuales ya que los partidos políticos son ilegales. Iraq trató de reivindicar desde el momento de la independencia el territorio, defendido por los británicos y por la Liga Árabe en la que Kuwait se había integrado en 1961, pero el conflicto se zanjó en 1963 y se suscribieron acuerdos aduaneros y económicos entre ambos países. Disuelta la Asamblea Nacional por el emir en 1976, tras su fallecimiento le sucedió su primo Jabir al-Ahmad al-Sabbah y la actividad de la Asamblea Nacional se restableció con las elecciones de 1981 y 1985.

De una cauta inclinación filooccidental y anticomunista, el emir kuwaití se vio acechado por una activa oposición filojomeinista que reprimió con dureza. En julio de 1990 el presidente iraquí, Saddam Hussein, denunció a Kuwait por prescindir de las cuotas de producción estipuladas por la OPEP e iniciar una superproducción que modificaba la estructura internacional de precios del crudo y obligaba a Iraq a agotar sus reservas con una celeridad no deseada y a vender a bajo precio el crudo, factor que mermaba los ingresos de su maltrecha economía.

Tras reavivar antiguas reivindicaciones sobre el territorio kuwaití, el 2 de agosto de 1990 Iraq invadió Kuwait con un ejército que quintuplicaba los contingentes kuwaitíes, y el 8 de agosto el Gobierno iraquí anunció la anexión formal de Kuwait. La ONU condenó la invasión y exigió la retirada incondicional de las tropas iraquíes. En noviembre de 1990 el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 678 que autorizaba a las fuerzas multinacionales a usar cualquier medida para liberar Kuwait: tras un período de intensas negociaciones internacionales fallidas, el 17 de enero de 1991 la aviación norteamericana inició un intenso bombardeo sobre la capital iraquí y otras partes del territorio, y las fuerzas multinacionales iniciaron la campaña militar para liberar Kuwait, conocida como «tormenta del desierto».

Contrariamente a lo predicado por el Gobierno de los E.U.A., la oposición militar iraquí fue mínima frente a un devastador ataque de las fuerzas occidentales que, tras diezmar a la población civil iraquí, entraron en Kuwait el 24 de febrero, suspendiéndose las operaciones militares el día 28. Tres días después, Iraq aceptó las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU relativas a Kuwait. Tras el conflicto, la dinastía Sabbah ocupó de nuevo el poder impidiendo la democratización del país, desprovisto de Asamblea Nacional y libertad de prensa desde 1986, aunque en enero de 1992 el Gobierno modificó tímidamente la censura sobre los medios de comunicación.

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